Las empresas necesitan trabajadores con una calificación básica que les permita aprender en forma continua y adaptarse a los cambios organizacionales que exige el cambiante contexto laboral tecnológico.
La revolución tecnológica ocurrida durante la última década, no sólo ha transformado la cultura organizacional de la mayor parte de las compañías, sino que ha sacudido los cimientos del mercado laboral tecnológico en lo que parece ser el inicio de un proceso de cambios continuos que se vislumbran en los próximos años
El proceso de globalización, que se aceleró con la masificación de las comunicaciones, construyó un nuevo paradigma en el ámbito de los recursos humanos IT. Hace 20 años, los saberes teóricos de un profesional o especialista en tecnología, bastaban para insertarse exitosamente en un mercado laboral tecnológicamente precario, aislado y de lento progreso.
Esta situación cambio gradualmente a medida que Internet y el abaratamiento de las telecomunicaciones suprimieron las barreras espacio-temporales, y las grandes empresas de IT comenzaron desarrollarse en nuestro país con su cultura laboral importada de los países de origen.
Hoy en día, es un hecho de sentido común, que los saberes teóricos aprendidos en la educación no formal están lejos de cubrir las expectativas laborales del sector privado. Las empresas necesitan trabajadores con una calificación básica que les permita aprender en forma continua y adaptarse a los cambios organizacionales que exige el cambiante contexto laboral tecnológico.
Como la capacidad de generar empleos está muy ligada a la innovación de productos, se requieren ciertas habilidades y destrezas como condición mínima en un trabajador que forma parte de un proceso con estándares de eficiencia y calidad cercanos a los parámetros mundiales.
Por este motivo, es trascendental que quien tiene que decidir su futuro profesional sepa elegir carreras que aporten las competencias necesarias ligadas a niveles de producto con calidad ya que una inadecuada formación significaría un desperdicio de recursos escasos.
Una de las herramientas que más genera la capacidad de aprender, es el trabajo intelectual con una plataforma de e-learning que permite, con variados recursos, una lectura textual no lineal, y aprovecha todas la ventajas de los hipertextos, animaciones, auto-evaluaciones y distintos recursos pedagógicos que brindan la posibilidad, junto con el facilitador docente, de una lectura no tradicional para la comprensión de conceptos y su adecuación.
Esta facultad abierta y flexible de aprender, es la mejor carta de presentación para insertarse en un contexto laboral que se aleja cada vez más de los conceptos teóricos y exige técnicas aprendidas directamente de prácticas en laboratorios similares a los que se utilizan en el mundo real
De esta manera, la capacitación tecnológica enfrenta el desafío de responder a Certificaciones Internacionales que se ajustan a la complejidad y apertura de los sistemas de innovación que las empresas plantean.
El verdadero valor agregado de este nuevo proceso, sólo será dado a los que realicen este proceso, vinculando el cómo y el cuándo de lo que está aprendiendo y así, de esta manera, aumentar las posibilidades de éxito a la hora de postularse a un puesto laboral IT.
martes, 31 de marzo de 2009
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